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Según trascendió, el cierre forma parte de un plan de ajuste en el gasto público, afectando a una de las áreas clave para la conectividad y el desarrollo productivo de las regiones. Los gremios vinculados a la actividad señalaron que esta decisión dejaría sin tareas de conservación y supervisión de obras a cientos de empleados y pondría en riesgo el estado de miles de kilómetros de rutas nacionales.
“Vialidad Nacional cumple un rol central en la seguridad de quienes transitan las rutas y en el mantenimiento diario, especialmente en zonas de nieve, lluvias o con alta circulación de camiones”, manifestaron trabajadores en distintas provincias.
En Mendoza, San Rafael y otros departamentos del sur provincial, la preocupación se enfoca en el mantenimiento de la Ruta Nacional 143 y la Ruta 146, que son esenciales para la producción agrícola, la vitivinicultura y el turismo.
Algunos gobernadores y legisladores provinciales ya expresaron su malestar, solicitando al Gobierno Nacional que revea la decisión, advirtiendo que la falta de control y mantenimiento impactará en la seguridad vial y en el desarrollo económico de las provincias.
Mientras tanto, los trabajadores de Vialidad Nacional se declararon en estado de alerta y anunciaron posibles medidas de fuerza en caso de avanzar con los cierres y recortes. Se espera que en las próximas horas haya reuniones entre autoridades nacionales, provinciales y sindicatos para intentar encontrar una salida a un conflicto que pone en jaque la infraestructura vial del país.